Cada instante, un reto

lunes, 21 de diciembre de 2009

viernes, 18 de diciembre de 2009

Un pastel en pleno invierno

Mientras siga viendo tu cara en la cara de la luna,

mientras siga escuchando tu voz entre las olas, entre la espuma...




...seguiré soñando.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Carta al de arriba

Querido Dios,
Seré breve.
En este año 2009, te has llevado a mi cantante favorito: Michael Jackson; a mi actor americano preferido, Patrick Swayze; a mi actor español favorito: José Luís López Vázquez; a mi actriz preferida: Farrah Fawcett; y a mi escritor favorito: Mario Benedetti.
Con esta carta, quiero decirte que mi político favorito y preferido es José Luís Rodríguez Zapatero, y que ya se está acabando el año.
Amén.


PD.: Hay que ver la de cosas inteligentes que circulan por la red ;)
PD2.: Mario, gracias por todo. Contigo aprendí a vivir.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Quien esté libre de pecado...

Sí. Son injustificables los insultos de los aficionados valencianistas a los jugadores del Madrid.
De acuerdo. Critiquemos su educación, su moral y su concepto de respeto.




Pero que no se les olvide a los madridistas que el famoso Calvario de Casillas en Mestalla no es más que una anécdota al lado de lo que han sufrido Cañizares o César en el "majestuoso" Santiago Bernabéu.


Yo sólo digo una cosa:

Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra.

(Y al oir estas palabras todo el estadio escondió sus manos tras la espalda e inclinó su cabeza hacia el suelo).

martes, 8 de diciembre de 2009

lunes, 7 de diciembre de 2009

Se contagia

Cuidado que se contagia.
Cuidado que se contagia.
Cuidado que se contagia.
Cuidado que se contagia.
Y se contagió.


viernes, 4 de diciembre de 2009

Definición de Asco

Sustantivo masculino singular.

Según la RAE, es aquella impresión desagradable causada por algo que repugna.

Según YO, es aquello que te invade cuando sientes que alguien sobra en tu vida.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Queridos Reyes Magos

Sé que es muy pronto para empezar a hacer peticiones, pero tengo tantas cosas que contaros... Lo cierto es que, antes de acudir a vosotros, he comentado mis deseos a mi círculo de amigos y, también, a todos esos que cobran un sueldo enorme por criticarme y por desacreditarme. Los primeros, como siempre, me han apoyado; los segundos, se han mostrado menos receptivos y dicen que no se creen que todo lo que pido lo desee de verdad. Y, si lo pienso en profundidad, me pregunto por qué les sigo pidiendo opinión. ¡Con lo feliz que sería yo sin la presencia de todas esas almas desalmadas que lo único que hacen es molestarme mientras trabajo! En fin, la vida es así y, mientras siga siendo lo que soy, no me queda más remedio que hacerles consultas y pedirles su opinión, aunque luego no les escuche y le dé la palabra a mis fieles amigos para que me defiendan.
Mi situación no es fácil. La presión con la que vivo día a día acaba consumiéndome y debo confesar que a veces me pierdo yo mismo entre mis palabras. Es por eso por lo que necesito que gente como María Teresa o Elena me ayuden a defenderme.
Pensaréis que soy un cobarde y que no me he portado muy bien este año. Y lo entiendo. La situación se me fue de las manos hace mucho tiempo y no he sabido recuperarla. Y sé que con mi error he hecho daño a mucha gente. Pero, ahora no sé qué tengo que hacer.
Antes de contaros qué es lo que os pido este año, me gustaría pediros un pequeño favor: no le digáis a nadie que he flaqueado, que he pedido perdón, que he reconocido mis errores, que no sé por dónde salir de esta crisis. Nadie puede saber que una persona con tanto carisma como yo, con tanta experiencia, con tanto talante, ha perdido la fe en sí mismo y está deseando huir a otro planeta para dejar que alguien arregle lo que yo mismo he destrozado.
Sé que la crisis vino para quedarse y que ha llamado a la puerta de todos los países del mundo desarrollado. Pero, también sé que si hubiésemos reconocido su visita desde un principio, nada de esto hubiese ocurrido. Más de cuatro millones de parados, una deuda pública irreversible, más enemigos que votantes, la imagen de España por los suelos (la gota que colmó mi vaso fue el titular de aquel periódico inglés)... Y la soledad. Hoy por hoy, mis compañeros de trabajo y de partido me apoyan. Sí, pero sé que su apoyo no es sincero. Sé que ellos también saben que hemos tocado fondo y que no podemos mostrar públicamente nuestras debilidades, nuestras desavenencias y nuestras dudas; antes muertos que reconocer ante Mariano que nos hemos equivocado. Y sé que ellos no me creen, que no confían en mí, ni en mis propuestas, ni en la campaña política permanente que me posiciona en el centro y que les relega a un eclipsado segundo plano. Entiendo su incomodidad y su inconformidad, pero ¿quién no ha deseado alguna vez ser el centro del Universo, omnipotente y omnipresente, como Dios entre sus fieles? ¿Quién no ha soñado alguna con ser el Rey Sol, CarloMagno, Cristóbal Colón o el mismísimo Mahoma? ¿Quién no ha pedido alguna vez a los Reyes Magos que todos los que le rodean se conviertan en sus esclavos y le obedezcan, y le crean, y le veneren, y le escuchen, y le alaben? ¿Quién no?
En fin, que vosotros, más que yo, sabeis cuáles son los deseos, los sueños y las peticiones de todos aquellos que confían en la Navidad, en vosotros y en la divina suerte. Vosotros, más que yo, sabéis que lo que necesitamos ahora mismo todos es salir de la crisis. Aunque yo, por el momento, me conformaría con que no hicieseis pública esta carta. He hecho creer a todos ellos (los españoles) que mi carta a los Reyes Magos sería la Ley de Economía Sostenible. ¿Por qué? Pues porque con la verdad no se va a ningún sitio y lo que vende hoy en día son las promesas y las ideas con gancho político. Es importante que sigan creyendo que vamos a acaba con este desastre, más que nada, para que tengamos tiempo de pensar una solución o, en su defecto, de huir del país y exiliarnos en una isla que posee mi amigo Hugo Chávez cerca de la Antártida.
Mi deseo a cumplir por sus Majestades los Reyes Magos de Orientes, si me permitís, será que premieis mi sinceridad con vosotros con un rotundo silencio que eclipse mis sentimientos, y que me ayudéis a que esa Ley, que se me ocurrió hace un mes mientras jugaba a la Play con mis hijas y escuchábamos el último éxito de Metallica, sea creíble para todos los españoles. Necesito que confíen en que, con esa Ley, vamos a ser el Artista Revelación del 2010. Necesito que se crean que una economía sostenible es posible, aunque Mariano y sus amigos de la prensa se empeñen en sacar a la luz la deuda pública y las miserias de mi gestión, y aunque yo no esté nada convencido de ello. Sólo quiero ganar tiempo.
Atentanmente,
JL Rodríguez Zapatero