Cada instante, un reto

jueves, 27 de agosto de 2009

Dime que tienes toda la vida

Perdona si huele un poco a cerrado, hacía mucho tiempo que nadie se alojaba aquí, y menos para quedarse.
Ábreme bien las puertas y ventanas. Que corra el aire, que entre la luz.
Ponte cómoda, estas en tu casa.
Yo, por mi parte, lo he dejado todo dispuesto para que no quieras mudarte más.
Puedes dejar tus cosas aquí, entre los años que te busqué y los que te seguiré encontrando.
Encontrarás que sobra algún tabique emocional, que falta alguna neurona por amueblar y que echas de menos alguna reforma en fachada y estructura.
Dime que tienes toda la vida y voy pidiendo presupuestos.

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