En ese mismo instante

A veces, las personas hacemos o decimos cosas sin sentido. Sin motivo. Sin explicación.
A veces, hacemos daño a la gente que más queremos, aún cuando nuestra intención era totalmente contraria.
En ese mismo instante en el que cometemos errores y no sabemos porqué, en ese mismo momento en el que nos damos cuenta de que merecemos ahogarnos en la soledad, siempre hay alguien dispuesto a escucharnos. Alguien dispuesto a secar nuestras lágrimas. Alguien a quien le basta una mirada para transformar la tristeza en sonrisas. En sonrisas de esas que no se olvidan.